Los años veinte tienen algo muy especial. El cine mudo estaba alcanzando la madurez de sus formas expresivas pero la industria todavía no había tomado el control e impuesto estrictas reglas a la creatividad. El séptimo arte todavía era el campo de juegos de todo innovador y artista visionario. Por eso, en la década de la que ahora se cumple un siglo, casi todas las vanguardias artísticas se adentraron en ese invento, ya no tan reciente, de la imagen en movimiento.
Películas más icónicas de la década 20-30
Una semana - 1920
Muchos dicen que los largometrajes de Chaplin son mejores que los de Keaton, pero también hay que decir que los cortos de Keaton son superiores a los del inglés. Gracias al cine, tenemos a ambos.
Keaton se enfrenta a la construcción de una casa creando imágenes tan célebres como la de la chica que tapa la cámara para salir de la ducha o el muro que se derrumba sobre Keaton, que permanece ileso al atravesar el hueco de la ventana.
El Golem- 1920
Aquí, sin embargo, el Golem es una estatua de piedra creada por un rabino experto en nigromancia que cobra vida para proteger a sus habitantes. Cumplido su cometido, después se volverá incontrolable. De enorme influencia, hablamos de la primera película de “monstruos” de la historia del cine (que se conserva).
Otro clásico alemán que, además de ser fundamental para crear eso que llamamos género de terror, es de las pocas piezas consideradas puro cine expresionista.
El gabinete del Doctor Caligari-1920
Otro clásico alemán que, además de ser fundamental para crear eso que llamamos género de terror, es de las pocas piezas consideradas puro cine expresionista.
La ambientación y la deformación de los decorados, los ropajes y los rostros, enseñó al séptimo arte eso que hoy en día conocemos como atmósfera. Tiene una trama muy similar a 'El Golem' y, como esta, sobre ella planea la sombra de una Alemania que ya tenía implantada el gen nazi y antisemita.
El Chico-1921
Punto de inflexión en la historia del cine ya que, si bien fue ‘El romance de Charlot’ (Mark Sennett, 1914) el primer largometraje cómico, no fue hasta que Chaplin le añadió melodrama y pura emoción cuando este funcionó. ‘El chico’ sumó al slapstick cómico del maestro una historia muy emotiva entre un bebé extraviado y el vagabundo que lo cuida.
En 68 minutos escasos, Chaplin consiguió que nos revolviéramos de la risa, nos levantásemos de emoción y llorásemos… De rabia y alegría.
El Doctor Mabuse-1922
Antes de que las historietas y los cómics de superhéroes aparecieran, Lang creó la figura del villano que quiere dominar y destruir el mundo, y el concepto no ha variado mucho desde entonces.
Si la maldad del Doctor Mabuse es fundamental para entender el resto de la historia de cine, no lo es menos la investigación policial para dar con él, especialmente en la segunda parte, ‘El testamento del Doctor Mabuse’ (1933), primeros pasos del cine policíaco.
Nanuk, el esquimal-1922
La historia de Nanuk y su pueblo en los helados paisajes del polo, su forma de construir un iglú o de cazar, siguen asombrando, por mucho National Geographic que hayamos visto desde entonces.
Nosferatu-1922
Con permiso de ‘El Golem’ y ‘El gabinete del Doctor Caligari’, si hay una película que creara eso que llamamos terror, es esta obra inmortal de Murnau.
Pequeña deformación de la historia de Drácula (para no pagar unos derechos que al final sí tuvieron que abonar), el juego de sombras, pasillos y expresiones de la película conforma un relato de ritmo casi musical, un baile satánico que estremeció a los espectadores de todo el mundo. Incluso se difundió el rumor de que el protagonista era realmente un vampiro al que le habían ofrecido el cuello de la actriz protagonista como pago por colaborar.
El hombre mosca-1923
Demasiado a menudo hablamos solo de Charles Chaplin y Buster Keaton y olvidamos a Harold Lloyd, quizás el más exitoso de los tres en el momento en que estrenó esta maravilla.
Por encima de la típica historia de chico ingenuo y amor, ha quedado la genial secuencia de Lloyd escalando un edificio, culminada con él colgando de las agujas del reloj, una de las escenas más míticas de la historia del cine.
Los Nibelungos Parte 1 y 2-1924
Salvo por los diálogos, poco tienen que envidiar los nibelungos de Lang a la espectacularidad de ‘El señor de los anillos’ de Peter Jackson.
El genio alemán adaptó la vieja leyenda del héroe Sifrido y la venganza de su amada Krimilda en un espectacular díptico de aventuras, lleno de enormes batallas, pruebas épicas, enfrentamientos mitológicos, traiciones y sorpresas.
El ladrón de Bagdag-1924
Douglas Fairbanks en su mejor papel, adaptó un cuento de ‘Las mil y una noches’ que conforma el mayor éxito de aventuras de los años 20 en Hollywood.
Tuvo un excepcional remake a color en 1940 y hasta el ‘Aladdin’ de Disney se puede considerar otro, pero nada como el original y su maravilloso y maravillado sentido de la fantasía.
Avaricia-1924
Solo 12 personas tuvieron el privilegio de ver la copia completa, que hoy se conoce entre los recuperadores de material fílmico como El Santo Grial.
Cuenta la historia de un matrimonio consumido por la codicia tras ganar la lotería. De paso, innovó en cosas como el uso de exteriores, el realismo de las interpretaciones, el uso parcial del color o una atmósfera cercana al posterior neorrealismo italiano. Imprescindible.
El Moderno Sherlock Holmes-1924
Todo cinéfilo ha soñado alguna vez con eso que Keaton ideó en 1924, conseguir meterse dentro de la pantalla de cine. En realidad se trata de un tímido proyeccionista que un día se queda dormido y se imagina dentro de la película que proyecta.
Allí se convertirá en un valiente detective que luchará por salvar a su amada. Una de las primeras y más geniales muestras de cine dentro del cine que, además de una avanzada conciencia del medio, está repleta de mucho humor y todavía hoy asombrosos trucos visuales.
Ben-Hur-1925
Solo una película tan gigantesca como la ‘Ben-Hur’ de Charlton Heston podría hacernos olvidar demasiado a menudo que se trata de un remake de otra cinta igual de maravillosa.
Aunque en su totalidad es menos espectacular, dura 70 minutos menos y la secuencia de la carrera de cuadrigas es, por lo menos, igual de asombrosa.
El fantasma de la ópera-1925
Las escenas más importantes de esta película se colorearon a mano, creando una espectacular variedad visual en medio de este influyente cuento de terror.
La novela de Gaston Leroux, tantas veces adaptada, sigue contando en esta versión muda con la mejor adaptación al cine de su relato gótico de celos y conspiraciones.
La quimera del oro-1925
Chaplin en la nieve buscando oro fue una de las premisas que el genio inglés supo explotar de manera más bella y visual.
El baile de los panecillos, la casa que se tambalea, el zapato que se come o la amargura de un final que engaña componen una de las obras icónicas de la figura más importante de la historia del cine.
Fausto-1926
Murnau estuvo más que a la altura llevando a imágenes la obra cumbre de Goethe en esta apasionante película sobre un pensador que vende el alma al diablo en pos del conocimiento.
La maldad del diablo, el arrepentimiento del protagonista y la enorme potencia de la atmósfera componen una película de aires operísticos, grandilocuencia e intensidad.
Metrópolis-1927
Aunque algunas películas adscritas al futurismo también fueron precursoras, es innegable que ‘Metrópolis’ es la cinta madre del cine de ciencia ficción.
Ambientada en un futuro (para la época) año 2000, la cinta recrea una enorme ciudad llena de rascacielos y coches voladores que oculta una realidad subterránea, llena de obreros explotados que se mueven en rebaño. Todo cambiará cuando el hijo del hombre más poderoso de la ciudad se enamore de una chica humilde del subterráneo y vea la realidad bajo sus lujos. A la vez, hay un científico que consigue dar vida a su robot, al que dota del mismo aspecto que la joven.
La pasión de Juana de Arco-1928
Sin diálogos, en el cine primaban los planos más lejanos, en los que se pudiese ver la acción y la expresividad corporal de los intérpretes.
Sin embargo, Dreyer se adentró en contar las últimas horas de Juana de Arco a través de primeros planos de una Maria Falconetti cuya emotividad en imágenes nunca ha sido superada. Dreyer consiguió transformar la potencia de una imagen en discurso de forma clara, emocional y poderosa, y lo hizo explorando un rostro hasta un extremo que habría hecho a los grandes pintores de la historia desear hacer cine.
Un perro andaluz-1929
No podíamos dejar de nombrar aquí la ópera primera de Buñuel con guion del de Calanda junto con Salvador Dalí.
Esta mítica obra en donde las nubes cortan hojas y las manos son hormigueros está llena de secuencias inconexas precisamente ideadas para carecer de más lógica que la surrealista, movimiento de la que es precursora.
Películas más icónicas de la década de los 30
La década de 1930 fue una época de gran turbulencia en el mundo, con la Gran Depresión y la amenaza de la Segunda Guerra Mundial.
En este contexto, el cine de terror ofrecía a las audiencias una vía de escape, permitiéndoles enfrentar sus miedos y ansiedades de una manera segura y controlada.
Luces de la ciudad -1931
Magnífica, esperanzadora, tragicómica. Chaplin nos recuerda lo hermoso de enamorarse, de vivir por alguien.
La parada de los monstruos-1932
Una de las joyas fundamentales del cine clásico así como la más aclamada y conocida película de Tod Browning.
Obra de culto indiscutible que ha inspirado a multitud de películas.
King Kong-1933
La película que dio imagen al Festival de Sitges es, además, una de las más icónicas de la historia del cine. El momento en que King Kong es abatido por las avionetas y cae desde lo alto del Empire State de Nueva York nunca desaparecerá de nuestra memoria.
Sucedió una noche-1934
Una de las grandes comedias románticas de todos los tiempos y una de las películas de amor que tienes que ver antes de morir.
Una divertidísima aventura con un periodista testarudo e ingenioso (Clark Gable) y una mujer acomodada pero rebelde (Claudette Colbert). ¿Qué podría salir mal? Frank Capra compuso una de las historias de amor más divertidas y cachondas del cine.
La novia de Frankenstein-1935
El cine de terror ha sido un género que ha cautivado a audiencias de todo el mundo durante décadas.
Y dentro de este género, hay una película que se destaca como una verdadera joya: La Novia de Frankenstein (1935). En esta ocasión, exploraremos esta icónica película de terror, analizando su historia, su impacto cultural y su legado en la industria cinematográfica.
Una noche en la ópera-1935
No se puede ser un buen cinéfilo sin haber visto algo de los hermanos Marx. Aunque 'Sopa de ganso' o 'Un día en las carreras' también son grandes opciones, esta es posiblemente la más reconocida y delirante de todas.
Su sentido del humor no tiene desperdicio. Es, por eso, una de las mejores películas clásicas para ver.
Tiempos modernos -1936
Cuando el sonido ya había llegado al cine, Charles Chaplin siguió haciendo de las suyas: actuar sin decir una palabra. ¡Y de qué manera!
Esta película es todo un clásico, además de una crónica implacable de la sociedad moderna y el sistema industrial.
La gran ilusión-1937
En esta película mira a la guerra con complejidad y sin estereotipos, con un humanismo a flor de piel. Su retrato de la camaradería masculina en la Primera Guerra Mundial es inolvidable.
La fiera de mi niña-1938
Dentro de la screwball comedy, esta película de Howard Hawks es la reina.
Katharine Hepburn y Cary Grant hacen una pareja delirante, llena de contrastes, y con una vis cómica insuperable.
La diligencia-1939
John Wayne empezó su largo recorrido en el cine con películas como esta de John Ford: westerns de arena, pistolas y apaches, pero con un inconfundible sello de autor.
En este caso, el elemento principal es la diligencia, dentro de la que un grupo de extraños viajan y afrontar peligros. Claro, uno de los mejores westerns de la historia del cine.
El mago de Oz-1939
Nunca un cambio de blanco y negro a color fue tan impactante. Este musical de Victor Fleming con la joven promesa Judy Garland llegó a lo más alto de Hollywood.
Su éxito fue brutal, y aún hoy es un musical imprescindible para cualquier cinéfilo que se precie, y, claro, uno de los mejores musicales de la historia del cine.
Lo que el viento se llevó-1939
Fue una de las grandes producciones del Hollywood de los estudios, de aquella época donde todo parecía posible en la ciudad de los sueños.
Vivien Leigh y Clark Gable llevan el peso de una historia de grandes dimensiones, basada en la novela de Margaret Mitchell,y que contiene alguna de las frases y escenas más célebres de la historia.
Fuentes:
Fotogramas.
Cine Prime.
Puñalada.com
Esculpiendo el tiempo.
Varios.
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